Lo bueno, si es sencillo, dos veces bueno, y si lleva pasta con almejas, supremo.
200gr de pasta Garofalo (pasta de sémola dura sin trazas de huevo a día de hoy), 1/2 kg de almejas, 4 dientes de ajo, 1 puerro hermoso, cucharita de harina. copita vino blanco, aceite, sal, perejil, sal.
Purgamos las almejas en agua con sal un par de horas. Sofreímos los ajos cortados bien pequeños y el puerro también cortado bien menudo a fuego medio. Cuando trasparentee, incorporamos cucharadita de harina, removemos hasta cocer, y añadimos entonces copita de vino blanco. Dejamos hervir unos segundos e incorporamos las almejas limpias ya de posible arenilla y tapamos a fuego medio. Cuando se hayan abierto, apagamos el fuego y reservamos. Cocemos la pasta en abundante agua hirviendo con aceite y sal y escurrimos. Servimos con las almejas en su jugo por encima y perejil fresco picado.
Nota: la foto es un timo, no disponía de perejil para comerlos como siempre, y espolvoreé del seco. Todo lo demás sigue siendo fruto de mi imaginación, como de costumbre.